Tras haber ganado a principios de temporada un título W15 en Túnez, Dmitruk había caído en mayo en dos finales consecutivas de categoría W25 en Georgia. Y a la tercera fue la vencida. La jugadora de Minsk empezó a todo gas con rotura de servicio en el primer juego y certificando el break en el siguiente. Si bien Berberovic pudo igualar la contienda en dos ocasiones con 3-3 y 5-5, nunca fue capaz de ponerse por delante en el marcador.

El undécimo juego del primer set fue clave, ya que Dmitruk encadenó un inverosímil golpe ganador de revés paralelo a la línea con una magistral dejada cruzada en el punto posterior. Unos instantes más tarde, ya con las pelotas nuevas como indica el reglamento, la bielorrusa selló el primer set con su servicio. Y ya no echó la vista atrás en ningún momento.

A principios del segundo set, Berberovic no encontraba ninguna manera de desarbolar a su rival y, tratando de forzar la máquina, los errores no forzados se acumularon en demasía. No fue el día más acertado ni mucho menos para la bosnia, que en la ronda de semifinales había ganado a la gallega Jéssica Bouzas.

Con estos 50 puntos WTA que Dmitruk añade a su casillero, la flamante vencedora en Ourense se acerca a la barrera del Top 300 y continúa con su progresión muy alcista. La bielorrusa lleva un récord de 38 victorias por 13 derrotas esta campaña, señal de que está más que preparada para retos mayores. Ha sido un lujo disfrutar de su tenis a lo largo de la semana en el Club Santo Domingo.

El calendario próximo de Dmitruk incluye el W25 de Vigo en esta semana que entra y luego un W80 en Francia. En el horizonte, los grandes escenarios del tenis mundial.